¡Buenos días!
¡Aquí les dejamos la continuación del artículo sobre los consejos más importantes a la hora de buscar empleo!
CONTROLA LOS NERVIOS
ISABEL PÉREZ
Imagina que un amigo te pide que pronuncies un breve
discurso el día de su boda, en la iglesia, frente a los
200 invitados. ¿Qué harías? Seguramente preparar un
borrador, ensayarlo repetidamente y pedir opinión a otros
amigos y familiares. Posiblemente intentarías no dejar
nada (o muy poco) a la improvisación y tenerlo todo más
o menos bien preparado. Pues sabes que, de este modo,
cuando llegue el momento, te pondrás menos nervioso y
lo harás mejor.
Una entrevista de trabajo requiere una preparación similar.
Como ya hemos repasado las pautas esenciales para tener
éxito en la entrevista, me gustaría centrar este artículo en
el peor enemigo que tenemos en estas situaciones: los
nervios. Aparecen cuando menos los necesitamos y más
nos perjudican, y a menudo nos cuesta controlarlos. Sin
embargo, la buena noticia es que los nervios sí se pueden
reducir e incluso eliminar. Cuanto mayores somos, mayor
capacidad adquirimos para dominarlos, gracias a nuestras
experiencias vividas. Cuanto más jóvenes, nos resulta más
difícil, pero también podemos poner en práctica valiosas
técnicas que nos serán de gran utilidad.
Piensa que es normal ponerse nervioso en una entrevista
y que los entrevistadores lo entienden. Unos nervios
moderados, que se van perdiendo poco a poco, no
representan ningún problema. Pero cuando llegan a
bloquearnos y a dominarnos por completo, son altamente
perjudiciales. Por ello, no podemos permitir que se
produzca esta situación, para lo que compartiré contigo
algunos consejos:
• Desmitifica: quien te entrevista es un ser humano.
Piensa que ya has llegado muy lejos siendo elegido
para la entrevista y esto quiere decir que estás entre
los mejores. Lo peor que puede pasar es que no
seas el elegido, pero convéncete de que llegar a la
entrevista ya es un logro, pues sólo lo consigue un
pequeño porcentaje.
• Familiarízate con la compañía. Infórmate y conoce
todo lo que puedas sobre ella, ya que esto aumentará
tu sensación de control.
• Practica las respuestas a las posibles preguntas con
algún familiar, tantas veces como sea necesario,
hasta que te sientas cómodo. De este modo, cuando
llegue el momento de la entrevista, evitarás el riesgo
de la improvisación y las respuestas atropelladas e
inconexas que ésta conlleva.
• El día de la entrevista, levántate antes para no ir
apresurado. Desayuna enérgicamente y tómate una
infusión, pues ayuda a mitigar los nervios.
• Déjalo todo preparado la noche anterior: vestimenta
y documentación impresa. Así amanecerás con la
mente despejada y no tendrás que preocuparte de la
logística.
• También antes de la entrevista, es ideal poder practicar
algunos ejercicios de respiración antes de salir de casa,
pues consiguen derribar completamente los nervios y
nos producen bienestar. Inhala profundamente por
la nariz y exhala despacio por la boca. Si lo haces
acompañándote de música clásica, los resultados
serán aún mejores.
• Momentos antes de la entrevista, cuando
estés en la sala de espera, piensa en
logros que has conseguido en el pasado,
ya sea en tu vida laboral, académica o
personal. Esto te ayudará a convencerte
de que eres capaz de muchas cosas y te
sentirás más seguro.
Recuerda que si logras controlar los nervios,
conseguirás proyectar una imagen personal
mucho más favorable y tus posibilidades
de ser el elegido aumentarán. Si notas que
sigues poniéndote nervioso en las entrevistas,
no te preocupes, pues es cuestión de práctica,
práctica y más práctica. Segurísimo que cada
vez lo vas haciendo mejor.
PACIENCIA
MARINA ARMIJO
Me gustaría compartir contigo un valor que no sólo te
ayudará enormemente a afrontar la búsqueda de empleo,
sino que también mejorará tu calidad de vida. Se trata de la
paciencia. Durante mi etapa como psicóloga y consultora
de la Fundación Adecco, me he dado cuenta de que su
ausencia es fuertemente perjudicial para la salud mental
de las personas, pues genera una inmensa frustración y
nos hace caer en una espiral de pesimismo.
La impaciencia surge cuando queremos que algo suceda
“ya” y no lo conseguimos, la espera nos genera angustia y
somos incapaces de aceptarla.
Por ejemplo, cuando estamos “a expensas” de que nos
llamen para hacer una entrevista de trabajo. No nos
separamos del teléfono y no dejamos de consultar el e
mail. Pero nadie nos da señales de vida. Con los días,
nos empezamos a sentir mal y a perder la esperanza: el
contacto no se ha producido en el plazo que esperábamos.
Si te sientes identificado con esta situación, me gustaría
hacerte una pregunta: ¿está bajo tu control que la
empresa se ponga en contacto contigo? ¿Depende de ti?
La respuesta es un NO rotundo. Tú puedes hacer todo lo
posible para que te llamen: preparar un currículum original,
contactar con ellos a través de diferentes canales y dar lo
mejor de ti mismo en la preparación de la candidatura.
Pero su llamada está fuera de tu control, con lo cual no
merece la pena impacientarse pues, por mucho que lo
hagas, las circunstancias externas no cambiarán.
Entrenar la paciencia tiene múltiples beneficios, pues
si conseguimos incorporarla a nuestra personalidad,
aprenderemos a respetar el curso de los acontecimientos
de la vida, seremos más tolerantes y abiertos y
adquiriremos una actitud de permanente conciliación, que
nos permitirá asumir las situaciones y circunstancias que
no están bajo nuestro control.
Cómo entrenar la paciencia:
• Una vez al día, procura disfrutar de un momento para
ti, olvidándote de las preocupaciones: un café en
silencio, un paseo por el parque o la melodía de tu
canción favorita mientras te tumbas a respirar hondo.
• Haz una lista de situaciones que te causen impaciencia.
A continuación, identifica cuáles dependen de ti. Actúa
sólo en esos casos, pues no tendrás dominio sobre las
que están en manos de terceros.
• Procura saborear la espera y comprobar que no
sucede nada por no obtener lo que buscas en un
preciso momento. Por ejemplo, si quedas con alguien
llega 5 minutos antes o date unos segundos antes de
descubrir el resultado de algo.
En la búsqueda de empleo, la paciencia es
fundamental. Esto no quiere decir que tengamos
que tomárnoslo con excesiva tranquilidad, hay que
estar permanentemente activos. Pero no debemos
caer en pensamientos como: “¿por qué no me han
llamado ya si he hecho todo lo protocolariamente
establecido?”, “¿por qué me han ofrecido un trabajo de
inferiores condiciones a las que yo tenía antes?”. Si estás
haciendo todo lo que tienes que hacer, puedes permitirte
el lujo de mantener la calma, de ser paciente. Pues todo
llega en la vida y esa oportunidad que buscas vendrá
cuando menos te lo esperas.
Por último, me gustaría aclarar que el
camino hacia la paciencia no es fácil,
nadie dijo que lo fuera, pero sí es
muy satisfactorio cuando llegamos
al destino final. Como dice el
proverbio: “la paciencia es un
árbol de raíz amarga pero
de frutos muy dulces”.
¿Qué les han parecido estos consejos? Seguro han sido de utilidad para Vds.
Ahora, ¡A ponerlos en práctica!
Esta información ha sido extraída de la guía ilustrada: "15 recomendaciones de expertos para tener éxito en tu proceso de búsqueda de empleo" elaborada por la Fundación Adecco y que puedes encontrar en el siguiente enlace: http://fundacionadecco.org/recursos_/15-consejos-para-buscar-empleo-fundacion-adecco.pdf