Desde Hacesfalta ofrecen una serie de consejos para aprender de cada una de las entrevistas que realizamos, aunque no hayan sido exitosas, y mejorar de cara a las futuras entrevistas de trabajo a las que nos enfrentemos.
Aunque la formación y la experiencia laboral previa suelen ser los datos fundamentales que se tienen en cuenta en un proceso de selección, los/as reclutadores/as también tienen en cuenta otros factores en las entrevistas. ¿Cómo puedes saber si lo has hecho bien? A través de la siguiente lista podrás autoevaluar tu entrevista de trabajo, saber si has ido por el buen camino y mejorar en lo que veas que has estado más flojo/a:
- ¿Has sido puntual? Es muy importante saber dónde se sitúa la entidad y llegar a tiempo. Si te has retrasado por algún motivo (un atasco, problemas con el transporte público, etc.) es recomendable avisar de tu retraso y, para próximas entrevistas, ser previsor/a y llegar cinco minutos antes.
- ¿Te has vestido acorde a tu personalidad y a la entidad en la que deseas trabajar? Es aconsejable eliminar aquellos detalles que pueden desviar la atención del/la entrevistador/a (vestimenta llamativa y exceso de perfume, accesorios o maquillaje) y captar la atención con tu discurso.
- ¿Cómo has saludado? Lo ideal es hacer contacto visual, sonreír y dar los buenos días/ las buenas tardes, la primera impresión es muy importante.
- ¿Has sabido responder a todas las preguntas sobre la empresa? Otro consejo es preparar la entrevista en casa y recopilar información sobre quiénes son, qué hacen, qué productos y/o servicios ofrecen, etc. Conocer toda esta información demuestra que te has interesado en conocerles y que tienes ganas de trabajar con ellos/as.
- ¿Has prestado atención al lenguaje no verbal? Si has estado sereno/a, has controlado tus gestos, has mirado a los ojos de los/as reclutadores/as y no has atendido el móvil u otros asuntos durante la entrevista, habrás reflejado que eres una persona de confianza.
- ¿Cuál ha sido tu postura? Intenta no esconder las manos debajo la mesa o de las piernas ni cruzar los brazos, ya que puede parecer que eres una persona insegura o cerrada. Lo más recomendable es apoyar los brazos sobre la mesa pero sin invadir mucho espacio.
- ¿Has escuchado activamente? Mostrarse activo en la conversación y ser partícipe de los comentarios que se plantean reflejan interés. No obstante, es recomendable no hablar en exceso.
- ¿Has podido controlar la velocidad y el tono de voz? Ser demasiado lento hablando y hacer muchas pausas puede hacer que se pierda el hilo de lo que estás diciendo y, por el contrario, ser demasiado rápido impide procesar la información.
- Además, si has reflejado una actitud positiva, sincera y honesta mientras hablabas de tus experiencias profesionales anteriores, el/la entrevistador/a habrá comprobado que eres una persona que no se rinde y que convierte cada oportunidad de trabajo en crecimiento y aprendizaje.
- ¿Has hecho preguntas a los/as reclutadores/as? Si la respuesta es sí, habrás demostrado tu interés por el lugar de trabajo y por el equipo que lo forma. ¡Aprovecha para indicar que te encantaría sumarte a ellos!
- ¿Cómo fue tu despedida? Lo recomendable es hacerlo con una sonrisa, mirando a los ojos y dando las gracias por el tiempo que te han dedicado.