En la mañana de hoy vamos a hablar de la importancia de la Carta de Presentación. No sólo qué debe de contener para atraer el interés de una empresa hacia ti sino también los fallos en los que no se debe caer a la hora de redactarla. ¿Te animas a hacer la tuya propia? ¡Aquí te damos las pautas para tener una buena Carta de Presentación!
Redactar una carta de presentación
Es la carta de presentación lo que animará al reclutador a citarse contigo, por lo que debe ser impecable. He aquí algunos consejos para redactar una carta convincente.
Una carta de presentación convencional se articula en tres partes:
- La entrada en materia, que sitúa el contexto en el que presentas tu candidatura: “Diplomada por la Escuela Superior de Comercio Internacional de Barcelona, me permito presentarle mi candidatura en respuesta al anuncio publicado en el sitio web xxx”.
- La segunda parte, la argumentativa, debe convencer al reclutador: es la parte en la que el candidato adecua su currículum a la oferta de empleo.
- Por último, la conclusión permite indicar el deseo por citarse con el reclutador. Los elementos clave La carta de presentación debe, ante todo, reflejar la motivación del solicitante de empleo.
Contrariamente al CV, no es una simple enumeración de las diferentes experiencias. Al leer la argumentación, el reclutador debe comprender lo que atrae al candidato del puesto y encontrar sus cualidades, sus especificidades y su manera de trabajar. El director de RR.HH. necesita leer cosas que se parezcan a la empresa, a su espíritu. Con Internet, actualmente dispones de todos los medios para informarte previamente sobre la empresa y poner por delante las cualidades que parece que corresponden a la cultura de la empresa.
El tono
Tu tono dependerá del sector de actividad en el que postules. Evita ser demasiado extravagante si quieres trabajar en ramas convencionales como el lujo. En cambio, si te mueves hacia el ámbito de la comunicación, de los medios de comunicación o de la creación, puedes permitirte ser más “agresiva”. Hay que conseguir ser original sin mostrarse presuntuosa. Lo principal es ser fiel a una misma y hablar con franqueza.
Las trampas en las que no hay que caer
- Evita los “copiar-pegar”. No hay nada peor que una carta con el nombre de la empresa o del reclutador erróneo en el encabezamiento.
- Por otro lado, no te pases con la longitud, ya que las novelas usurpan la vocación de la conversación: quema desde el principio los cartuchos que podrías haber guardado para la entrevista.
- Fíjate en la tipografía: no debe ser ni demasiado grande ni demasiado pequeña, y evita presentar papeles arrugados o manchados. Los trucos que marcan la diferencia
- Escanea tu firma e insértala en el documento de Word, por ejemplo. Es una pequeña marca que personaliza la carta.
- Sé escueta. El reclutador leerá antes una carta concisa y contundente, que no supere las 12 0 15 líneas, pero en la que cada una de las palabras sea importante.