Si nos retrasamos en el pago de las cuotas del préstamo hipotecario, deberemos pagar
al banco los denominados intereses de demora, cuyo tipo suele ser muy superior al de
los intereses ordinarios.
Además, las entidades nos podrían cobrar una comisión por reclamación de cuotas
impagadas. Por lo tanto, los retrasos en el pago de las cuotas nos pueden suponer unos
costes añadidos importantes.
Habitualmente las entidades incorporan en los contratos cláusulas que les permiten dar
por vencido anticipadamente el préstamo si se dejan de pagar una o varias cuotas.
¡Importante!
En caso de impago el banco puede recuperar la cantidad pendiente de cobro
mediante el embargo y posterior venta del bien hipotecado.