Es muy importante tener claro que hay una serie de gastos asociados a la compra de una vivienda y a la contratación de una hipoteca. Por un lado están las comisiones que cobran los bancos por diversas cuestiones relacionadas con la gestión de la hipoteca.
Algunas de las comisiones bancarias más habituales son:
- Comisión de apertura o de subrogación.
- Por modificación de condiciones.
- Por amortización parcial anticipada.
- Por cancelación o amortización anticipada total.
A parte de las comisiones hay otros gastos relacionados con la hipoteca, que son ajenas a la entidad bancaria. Como son entre otras:
- La tasación del inmueble.
- Notarías.
- Gestores.
- Verificación registral.
- Impuestos por la constitución de la hipoteca.
- Seguro de daños del hogar.
- Seguros de vida y de amortización del préstamo.
¿Sabías que…?
Los gastos totales de la operación suponen, de media, alrededor del 10% del importe financiado. Es decir, para una hipoteca de 200.000 € pagaremos unos 20.000 € en gastos no recuperables (además de la cantidad que aportemos como entrada).